Lo que se del amor en pareja

 Por: Andrés Flórez



He visto amores con raíces fuertes marchitarse porque dos labios, tercos en su orgullo, jamás pronunciaron un "lo siento" y, en su lugar, prefirieron abrazar su propia razón. He visto promesas deshacerse en el aire, no solo por falta de amor, sino también por la ausencia de paciencia, por la arrogancia de creer que siempre habría un mañana para arreglar lo que se rompía hoy.

Asimismo, he visto hombres desmoronarse ya sea por miedo al abandono, por no saber pedir ayuda o porque una traición les arrebató la confianza y, con ella, las ganas de seguir. Se precipitaron al abismo de la soledad, no porque no hubiera más caminos, sino porque temieron recorrerlos sin la sombra de aquel amor que los había abandonado.

Del mismo modo, he visto mujeres atrapadas en cárceles sin barrotes, retenidas por la ilusión de un amor que nunca existió del todo, soportando el dolor con la esperanza de que, algún día, el golpe se transformara en caricia, de que el desprecio se hiciera ternura. Sin embargo, no se quedaban por amor, sino por miedo: miedo a fallarle a sus propios sueños, miedo a enfrentar la verdad de que lo que habían construido era solo un espejismo.

Por otro lado, he visto almas que pudieron ser felices si tan solo hubieran tenido un poco más de humildad, un poco más de valor para soltar lo que hería o para sostener lo que aún podía salvarse. He visto al amor golpear la puerta de quienes lo esperaban, pero solo para encontrar que ya no había nadie del otro lado para abrirle.

A pesar de todo, he visto parejas reconstruirse cuando todo parecía perdido, pues supieron priorizar lo que habían edificado antes que el tropiezo que amenazaba con destruirlo todo.

No obstante, también veo, cada vez más, personas que huyen ante la primera crisis, que abandonan porque no soportan sostener al otro cuando tambalea, porque su amor estaba condicionado a la bonanza y se esfuma en tiempos de sequía.

Y, sin embargo, el amor siempre está ahí, esperando pacientemente ser vivido. El problema es que nosotros, a veces, nos vamos antes de tiempo. Y otras veces, nos quedamos cuando ya no queda nada.

Una y otra vez salimos a buscarlo y, a pesar, a pesar, a pesar de todo…, el amor sigue siendo amor, aunque no sepamos cómo vivirlo.

Comentarios

Entradas populares